La intervención con parejas pretende dar solución a los problemas que pueden surgir por dificultades de convivencia, por problemas a la hora de tomar decisiones o de llegar a acuerdos, por las familias de origen, por la educación de los hijos, por celos, por infidelidades, por dependencia emocional, por causas externas a la pareja, etc. Estos problemas pueden verse reflejados en aspectos como la comunicación, la toma de decisiones, los acuerdos, los afectos y las relaciones sexuales, entre otros.
La intervención terapéutica persigue reducir o eliminar el malestar y la incomprensión, así como modificar las dinámicas y patrones de interacción que se han establecido en la pareja y que resultan perjudiciales. De esta manera se puede conseguir una mejor calidad de vida en pareja, reducir la conflictividad y conseguir las metas terapéuticas y los objetivos respecto a la pareja y respecto a sí mismos.
A lo largo de las sesiones se trabajará en la construcción de una percepción adecuada de la problemática, entender qué es lo que sucede, reformularlo y desarrollar estrategias de comunicación, de toma de decisiones y de resolución de problemas que aparezcan en el momento presente.
En ocasiones es necesario realizar mediación, acompañamiento o asesoramiento para conseguir una separación o divorcio cordiales que afecten lo menos posible a la pareja y la familia.